Puede que a muchos os sorprenda
ver la calificación que le he dado a esta película que ha arrasado en taquillas. Sin embargo, igual que tuve mis motivos para decir que «La novia» es recomendable, los tengo
para argumentar que «Deadpool» me
decepcionó cuando la pude ver (por fin) el pasado fin de semana.
Me considero una auténtica fan
del mundo de «Marvel». Me he visto la
mayoría de las películas de superhéroes, incluso aquellas que no valen la pena.
Ciertamente, tenía mucho interés en ver esta película, principalmente, por lo
que había podido oír de boca de mis amigos, sólo a una de ellos no le gustó.
Así que, como no pude verla en el cine, me hice con un DVD, dispuesta a pasar
un buen rato y, sin embargo, fueron una hora y cuarenta y ocho minutos de
auténtica decepción.
Como la mayoría de los seguidores
de «Marvel» y de aquellos que vieron
en 2009 «X-Men orígenes: Lobezno» de
Gavin Hood, esperaba un Deadpool diferente, ya que la aparición que hizo el
antihéroe en ese filme fue insultante, desde la apariencia que gastaba (con la
boca cosida y con una serie de poderes mutantes semejantes a los de Lobezno y
otros X-Mens) hasta la breve interpretación que se hizo del personaje, a quien
también le daba vida Ryan Reynolds.
En esta versión, la apariencia de
Deadpool ha mejorado visiblemente. Sigue teniendo el rostro desfigurado, pues
es eso lo que le caracteriza junto a su humor negro, y luce un equipamiento
propio. Además, a pesar de la inmortalidad que es su gen de X-Men, han
mantenido que sus facultades se limiten al uso de las armas, ya que si lo
recordamos, Wade Wilson es un mercenario no un basurero de dones mutantes como
nos hicieron creer en la película de Hood.
Hasta ahí, no puedo más que decir
que Deadpool parecía haber mejorado. Es más, yo veía los carteles y me gustaba
lo que en ellos se mostraba. Como bien dice Wade al inicio de la película, él
no es un héroe, sino todo lo contrario. Y Tim Miller parece haber llevado esa
declaración al extremo, ya que no lo ha convertido en un héroe, ni siquiera en
un antihéroe, sino en un payaso de circo que tiene un sorprendente manejo de
armas de fuego o de largo y corto alcance.
En primera estancia, lo que menos
me gustó de esta película fue que Deadpool hablara a la cámara, como si
directamente le hablara a los espectadores. Sé que es una forma de que los televidentes
se integren en el filme, pero, conmigo fue todo lo contrario. No me sentí
integrada, ya que vi esos comentarios muy artificiales, como si no se dijeran
en el momento exacto o como si realmente no tuvieran cabida en esa película y
lo hiciera para intentar hacer reír.
Por otra parte, algo que también
me resultó llamativo e incomprensible fue las continuas alusiones a Ryan
Reynolds –“¿Crees que Ryan Reynolds ha
llegado a algo por su interpretación?” 1:08:45– o a Green Lantern,
superhéroe que también interpretó Ryan Reynolds y cuya película fue pésima –“Y, por favor, que el supertraje no sea
verde. Ni animado” 41:23–. ¿Acaso eran necesarios esos comentarios? Bajo mi
punto de vista, no. Pero, no hay que culpar del todo a Tim Miller, porque Ryan
Reynolds, casualmente, es uno de los productores de «Deadpool».
Y otro comentario que se llevó la
palma, fue aquel que realizó Wade Wilson cuando fue en busca de Coloso y
Negasonic Teenage Warhead a la escuela del profesor Charles Xavier, –“Menudo casoplón y todo para que vivan dos.
Parece que el estudio no tenía para contratar a otro X-Men” 1:18:18–. Puede
que el presupuesto no llegara para hacer que Patrick Stewart u otro de los
actores que pertenecen al elenco de X-Men aparecieran en la película, pero creo
que esa alusión, simplemente, sobraba por mucho chiste que fuese.
Lo único que yo salvo de esta
película es la pareja que forman Wade Wilson y Vanessa, básicamente porque
marca una diferencia clara entre las parejas que conforman otros héroes o
antihéroes. Es una historia de amor verdadero y, para fortuna de Deadpool, con
final feliz. Además, los roles de ambos personajes (uno es mercenario y la otra
prostituta) juegan también un papel importante en la evolución de la historia.
Pese a mi opinión, yo os invito a verla. Pues, conozco a personas a las que le ha encantado este filme, y lo que yo opine no debe condicionar a nadie a ver o no la película, porque, para gustos, los colores.
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