Acta est fabula

viernes, 22 de julio de 2016

Fuego: Fuego por todas partes. Fuego en cada página, en cada párrafo. Fuego en los personajes y fuego en el lector. Bradbury lo quema todo con este libro, planteando un futuro distópico bastante curioso y diferente a todo lo imaginable.

Sinceramente, al empezarme esta novela, no tenía muy claro qué esperarme. No sé por qué, pero tenía la sensación de que iba a decepcionarme, a pesar de haber escuchado críticas muuuy buenas. Quizás supongo que ayudaba el que la trama pareciera, vista desde fuera, tan sumamente sencilla. ¿Los bomberos provocan fuegos en lugar de extinguirlos? La verdad es que no me llamaba especialmente la atención en un primer momento. Sin embargo, después de leerme unas diez páginas, supe que lo que tenía entre manos era algo especial, algo grande.

Últimamente creo que peco más de la cuenta asegurando que tal libro, película o serie es única. Pero de verdad que esta novela en concreto se merece ese título. Todo aquel que sea un amante acérrimo de las distopías -como yo mismo- y al cual también le atraigan los entramados sociales -y un poco de política- estoy seguro de que disfrutará mucho de este libro.

La trama, como ya he dicho, no es demasiado compleja. Lo cual hace que la novela sea francamente amena de leer, y favorece a que sea tan adictiva como es. Un bombero -que recordemos ya no apaga fuegos, sino que los provoca para quemar todo libro que exista- conoce a una chica joven, su vecina, una chica que no es como el resto. Una chica que provocará en el hombre un cambio total y dramático de personalidad, lo que le llevará a replantearse el por qué de su trabajo e incluso a querer dejarlo.

Personalmente, creo que el personaje de Clarisse McClellan -la susodicha "chica"- es el personaje más fuerte de toda la novela, quizás junto con toda su familia, porque aunque no aparezcan implícitamente, lo hacen a través de las palabras de la joven, y parecen tener -sobre todo su tío- la misma vida e ingenio que ella. Con el protagonista -Guy Montag- la verdad es que no llegué a congeniar del todo, aunque sobre todo al final del libro uno acaba apiadándose del pobre bombero arrepentido.


Sí que tengo claro cuál es el personaje que más odio, y no es ni más ni menos que la esposa del bombero. Una mujer adicta a todo lo que se puede ser adicto en este futuro distópico que plantea Bradbury (a recorrer las carretas en coche a toda velocidad, a pasarse el día disfrutando de las "paredes", televisores gigantes que proporcionan entretenimiento sin límites, etc). Tuve, en un determinado momento de la novela, un rayo de esperanza con este personaje, pero que sin embargo se desvaneció enseguida. Es desesperante, ella y su «familia» (que no son más que programas de ordenador que se encargan de dar entretenimiento y diversión a los espectadores que lo deseen. Pero, ¡jamás callan!).

En definitiva, «Fahrenheit 451» es una novela trepidante, que se desarrolla tan deprisa como un lanzallamas quema a un puñado de hojas de papel. Es certera y letal; tanto como lo es el fuego. Y por eso creo que es digna merecedora de ese "Muy Recomendable" que le he dado.

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