Acta est fabula

miércoles, 27 de julio de 2016



He de confesaros que he estado persiguiendo esta novela desde hace bastante tiempo. A todas las librerías o tiendas que iba, me acercaba a ella y la cogía para poder mirar su precio, el cual no ha cambiado desde que salió a la venta el pasado año, y, nuevamente, lo volvía a dejar en el estante. Ni siquiera en las ferias de libros el precio disminuía y yo me quedaba con las ganas de poder comprarlo y leérmelo. Pero, la suerte me sonrió cuando lo encontré en formato PDF y no dudé ni un solo instante en meterlo en mi libro electrónico, aunque prefiero más el tacto del papel.

Aunque había leído y escuchado tanto opiniones buenas como malas sobre «La chica del tren», decidí hacer oídos sordos y adentrarme en su lectura como si nada supiese y a mí, sinceramente, me gustó lo que encontré en la novela. Cierto es que su argumento pertenece a un género muy trillado como es el “thriller”, pero a mí me ha resultado diferente a muchos de los libros que he podido leer del mismo marco narrativo.

La trama tiene lugar en Inglaterra, concretamente en un vagón de tren que viaja todas las mañanas a las 8.04 a Londres. En él, se encuentra la protagonista del “thriller”: Rachel, una mujer divorciada que ha caído en la dependencia del alcohol para poder sobrellevar su día a día. En dicho transporte, se dedica a mirar a través de la ventana cuando se detienen frente a una señal roja y, desde allí, ve a los dueños de una de las casas a los que ella bautiza como Jason y Jess, y se dedica a imaginar la vida que podrían llegar a tener esa pareja.

Sin embargo, la rutina de su vida que se basa en beber y montarse en el tren principalmente, se rompe cuando un día, dentro del vagón, lee un artículo en la prensa en el que dicen que Jess (su nombre real es Megan) ha desaparecido y no se sabe nada de ella. A partir de entonces, sus días se centrarán en averiguar qué ocurrió con la chica que observaba desde el tren y en escapar de las continuas acusaciones de Anna, la mujer de Tom, su exmarido.

La novela está escrita en primera persona, de esa forma, bajo mi punto de vista, es más fácil conocer a los personajes y adentrarse en la historia, pues yo, en algunos capítulos de la obra, sentía en mis propias carnes lo que Rachel podía llegar a sufrir, como si realmente fuese yo esa mujer despechada y alcohólica. Además, no sólo podemos llegar a conocer a la protagonista en profundidad, también hay capítulos narrados por Megan, la chica dela casa, y por Anna, a quien yo particularmente le cogí bastante manía a medida que avanzaba el libro.

A mí, particularmente, me llamó la atención que no hiciera ningún capítulo narrado desde la vista de Scott, el marido de Megan, ya que así podríamos haber conocido más a este personaje y no sólo quedarnos con las descripciones que sacamos de Megan y de Rachel. Y también me sorprende el hecho de haber caído en los típicos estereotipos que nuestra sociedad ha marcado: mujer despechada y alcohólica atendida por una buena amiga y a la que le gusta imaginar la vida amorosa de otras parejas ya que la suya fue un auténtico desastre.

He de admitir que el final de este “thriller” lo deduje antes de llegar al mismo, aunque, de igual modo, el final no deja indiferente a ningún lector, ya que, sinceramente, debido a la cadencia pausada que ha seguido el relato durante todos los capítulos, no te lo llegas a imaginar así. Pero, es quizás lo que más me gustó de la novela de Paula Hawkins. Es un final en el que parece suceder todo lo que no ha ocurrido durante la mayor parte del libro.

A pesar de la lentitud que puede llevar la novela, la forma tan escueta en la que Hawkins te da información te invita a seguir leyendo, porque quieres saber más sobre Rachel, la pareja que ve desde el tren y el resto de personas (y recuerdos) que la rodean. Es un libro que no aburre, por mucho que, como obra, no aporte nada nuevo al género de las novelas de misterios e intrigas.

Muchos os preguntaréis cómo una novela que no ofrece nada nuevo ha llegado a ser best-seller, y es que necesariamente no tiene por qué ser novedosa, sino llamar la atención del lector e, igual que ha ocurrido con «La chica del tren» pasó en su día con la trilogía de «Cincuenta sombras de Grey».

Sólo me queda animaros a todos a que la leáis, que por muchas malas críticas que hayáis podido leer, le deis un voto de confianza como yo le hice y, seguramente, os gustará.

ATENCIÓN: SPOILER
Para aquellos que ya os la habéis leído y os ha gustado, os dejo el trailer de la película que saldrá el próximo mes de septiembre para dejaros con los dientes largos, jé. 




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