La literatura juvenil, como bien indica su nombre, está
basada en aspectos de la adolescencia o cuyos protagonistas se comprenden dentro de este conjunto. Realmente y como adolescente que aún pueda considerárseme,
dejé este tipo de literatura hace ya varios años. Pero no por ese miedo que
parece sentir todo el mundo -el miedo a ser criticado-; ni mucho menos.
Simplemente, llegado a un punto de mi vida, me apetecía leer escritos más “para
adultos”. ¿Por qué? Yo creo que la respuesta es sencilla. La literatura juvenil comprende un gran abanico donde puedes encontrar multitud de historias del todo
variopintas, sí, es cierto. En cuanto a temas y tramas hay una gran amplitud pero, sin embargo y, bajo mi punto de vista, la mayoría de historias juveniles
presentan una dificultad léxica muy reducida, precisamente porque su objetivo
es que los jóvenes puedan entenderla más fácilmente. Por este motivo y no por
el escrutinio social al que pareces estar sometido por el simple hecho de leer
un libro u otro, he ido reduciendo mis lecturas juveniles. A pesar de ello, y
siempre que me apetece dejar a mi imaginación volar, creer en la magia, en
dragones y hadas, no dudo en buscar algún tomo que me interese de esta índole.
Pero sí que es cierto que cuando entro en una librería, ya
no corro hacia los estantes de literatura juvenil. Y, últimamente, me estoy
dando cuenta de que la mayoría de títulos no me llaman la atención para nada.
Hace poco, de hecho, estuve ojeando un catálogo (bastante extenso) de una
revista digital de literatura juvenil con la idea de empezar a leerme algún
tomo interesante. Sin embargo, tras revisar más de cincuenta sinopsis (que se
dice pronto), se me quitaron las ganas por completo. Amor y fantasía. A eso se
ha visto reducida la juventud. El amor es un tema del que siempre huyo en las
novelas, no me atrae en absoluto lo romántico ni las narraciones "pastelosas", la verdad.
Entonces, solo me queda la fantasía, que como ya he dicho me gusta, pero es
algo que también puede llegarme a hartar si solo leo libros de este tipo.
No creo que la literatura juvenil sea únicamente para adolescentes,
porque tiene la genial capacidad de transportar al lector a mundos de todo tipo y enseña multitud de cosas; y esto es algo que a cualquiera puede interesarle, independientemente de su edad. Pero,
personalmente, yo no soy capaz de leer solo este tipo de literatura. Y pienso
que quien únicamente dedica su tiempo a leer libros de esta clase, está
perdiéndose una gran parte-e imprescindible- del mundo de la literatura. No todo en la vida es fantasía y amor, por desgracia.
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