Acta est fabula

jueves, 22 de septiembre de 2016



Particularmente, soy una enamorada de Bécquer, para qué voy a engañaros. Me habré leído un millar de veces tanto sus poemas como sus leyendas. Y, aunque tengo muchas ganas de hacer una entrada sobre cualquier libro de poemas, hoy os traigo mis cinco leyendas favoritas escritas por Gustavo Adolfo Bécquer.

Como bien sabéis, una leyenda supuestamente versa sobre algo que ocurrió que bien puede ser cierto o bien no. Las leyendas de Bécquer se caracterizan por su fantasía romántica y la tradición popular del susodicho escrito. Además, hay un elemento característico de estas leyendas que es capaz de crear una atmósfera irreal que nos introduce en el mundo mágico, maravilloso y real que relata.

Si os gustan las historias breves y repletas de misterios, yo os aconsejaría leeros las numerosas leyendas de Bécquer. Sin más dilación, os dejo mis cinco leyendas predilectas, las que espero que disfrutéis tanto como yo.

EL MONTE DE LAS ÁNIMAS

Esta es, sin duda alguna, mi leyenda favorita de las cinco que os traigo. Recuerdo que cuando la leí por primera vez, me metí tanto en la historia que Bécquer narraba que incluso llegué a pasar miedo.

La leyenda versa sobre una pareja de jóvenes, Beatriz y Alonso, que volvían a la ciudad después de dar un paseo la mañana del día de todos los santos. En lo que duraba el paseo, Alonso le contó a su prima por qué no quería permanecer más tiempo hoy en el Monte de las Ánimas, narrándole así los sucesos que en forma de leyenda se contaban en Soria. La joven que nada creía a su primo, una vez sentada en la mesa para cenar, le dijo que ella pensaba entregarle como presente la banda azul que lucía durante el paseo pero que había perdido la misma en el susodicho. A pesar de creer la leyenda que le había contado a Beatriz, Alonso partió en busca del obsequio que su prima le había prometido.

¿Qué pasó entonces? ¿Cuál era la leyenda del Monte de las Ánimas? Si queréis buscar la respuesta a esas preguntas: leedla y ya me diréis si no sentís escalofríos mientras lo hacéis.

LOS OJOS VERDES

Mientras que la anterior se trataba de una leyenda que a Bécquer le habían narrado, esta se trata de una historia escrita por el puño y letra del poeta, quien argumenta al principio de la leyenda que los ojos verdes que en ella describe él mismo los ha visto.

Como bien dice el título, los protagonistas de esta leyenda son unos ojos verdes hechizadores que Fernando de Argensola ve en la fuente de los Álamos. A dicho lugar, ningún hombre accedía, pero el cazador siguió al moribundo ciervo para no perder su "trofeo". Desde ese día, algo cambió en él sin venir a cuento y de lo único que hablaba sin cesar era sobre esos ojos verdes que vio a través del agua.


MAESE PÉREZ EL ORGANISTA

Esta leyenda la he leído también muchas veces porque da la casualidad que tuvo lugar en la ciudad en la que yo vivo: Sevilla. Y os aconsejo que, si sois de Sevilla, de Andalucía o incluso de cualquier otra región y os gusten u os llamen la atención las leyendas, os leáis «Tradiciones y leyendas sevillanas» de José María de Mena.

Al grano, Maese Pérez era un anciano organista conocido por toda la ciudad gracias a sus célebres interpretaciones en la Misa del Gallo. Antes de la llegada de ese día, el organista murió repentinamente debido a una enfermedad que padecía y, aparentemente, la ciudad se quedó sin oír la celestial música que manaba de manos de Maese Pérez cuando tocaba o, quizás no... Quién sabe.

EL RAYO DE LUNA

Como ocurre en el Monte de las Ánimas, volvemos a trasladarnos a Soria, nuevamente a un bosque, en el cual esta vez es el protagonista Manrique, un noble al que le gustaba vivir en la más absoluta soledad.

Una noche, el noble vio a una mujer vestida de blanco, la que idealizó gracias a la poesía de la que era amante y la convirtió espontáneamente en la mujer perfecta a sus ojos. Entonces, comenzó a seguirla, pero cada noche se esfumaba antes de que él llegara a donde ella se encontraba. Durante dos meses, Manrique se dedica a buscar a esa "fugitiva beldad", si la encuentra o no os toca a vosotros averiguarlo u al final pecaré de atrevida y os haré un "spoiler" sin querer.

EL BESO

Y para finalizar, ¿qué os parece un viaje rápido a la iglesia de Toledo? ¿Que por qué a la iglesia? Pues porque esta última leyenda que os traigo tiene lugar ahí y los protagonistas son nada más y nada menos que un capitán francés y una estatua de mármol.

El mencionado capitán francés es el primero en dar con una hermosa talla de mármol sobre la que después le habla a sus soldados. Éstos realizan ciertas averiguaciones y acaban descubriendo que la doncella de piedra es Doña Elvira de Castañeda y que la estatua de un hombre que aparece a su lado pertenece a un famoso guerrero que fue su marido.

Y me diréis, bueno, ¿y qué tiene que ver todo esto con el título de la leyenda? No seáis impacientes y averiguadlo por vosotros mismos, amigos lectores, os aseguro que no os dejará indiferentes.


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